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Sia - This is acting

Seguro que conocen a Sia por su famoso (y adictivo) hit “Chandelier”. Esta cantante y letrista australiana tuvo una carrera muy irregular: sacó su primer disco en 1997 y luego se mudó a Londres para colaborar con el grupo de electrónica Zero 7. El éxito la esquivó durante años y, en medio, murió su pareja, se volvió adicta a los analgésicos y hasta estuvo al borde del suicidio. Cansada de la vida de estrella pop, resolvió dedicarse únicamente a escribir canciones para otros artistas. En 2011, por ejemplo, grabó una demo para el DJ francés David Guetta, que estaba pensada originalmente para Alicia Keys, pero a Guetta le gustaba más la voz de Sia y la usó sin su permiso. Ella estaba furiosa, pero al final el tema “Titanium” resultó el más exitoso de toda su carrera. Poco después salieron “Chandelier” y el megaéxito de ventas 1000 forms of fear, y Sia volvió de su retiro y se convirtió en una estrella.

En su nuevo álbum, This is acting, no hay ninguna canción tan grande ni tan genial como “Chandelier”. Y la idea del álbum es rara, porque casi todos los temas fueron escritos originalmente para otras artistas (AdeleShakiraRihanna o Jennifer López) y rechazados a último minuto. Sia decidió grabarlos igual pero tratando de cambiar un poco su personalidad. “Es casi como actuar”, aclaró en una entrevista. No es que intente imitar a otras cantantes, pero sí se permite probar algunas cosas nuevas.


El primer tema, “Bird set free”, suena como salido del último disco de Adele (por el sencillo motivo de que Adele cantó su versión pero al final decidió no publicarla). Arranca como una balada de piano más y luego se vuelve más vívida (aunque no necesariamente mejor). En segundo lugar tenemos uno de los momentos destacados, “Alive”, que es bastante simple: el estribillo consiste en Sia diciendo “¡estoy viva! ¡estoy viva!” como si en realidad estuviera pasando sus últimos instantes y con la voz a punto de quebrarse. Pero su voz tan frágil e “imperfecta” la beneficia un montón, porque esta misma melodía, cantada por alguien más “refinado”, podría ser perfectamente aburrida.


Hay algunos ensayos menos típicos: por ejemplo, “Move your body” es una canción bolichera, que estaba destinada para alguna estrella latina de pop (pueden tratar de adivinar quién). La letra es totalmente hueca, pero el estribillo es entretenido y tiene una percusión explosiva. Casi al final del disco aparece también “Sweet design”, que es ruidosa e incluye unos samples un poco raros. La verdad es que Sia podría beneficiarse de más experimentos alocados como este.


El resto disco no es especialmente sorprendente, pero sí está tratado con muy buen gusto, y casi todos los tracks tienen melodías claras y una producción muy cuidada (a medio camino entre la electrónica y el pop más tradicional). Hay momentos de autoplagio (“Footprints” parece una versión sedada de “Titanium”) pero que no arruinan la experiencia. Recién hacia el final pierde el combustible, porque los dos últimos tracks son más bien apagados.


Personalmente, disfruté más This is acting que el álbum anterior, 1000 forms of fear. Sí, 1000 tenía sus hits, pero el resto parecía relleno. Y, para colmo, Sia estaba decidida a cantar de forma un poco desganada. Acá, la australiana tiene menos instantes de esplendor, pero también demuestra un mejor pulso para elegir los temas. El resultado es un disco pop ameno y disfrutable.

Temas recomendados: “Alive”, “One million bullets”, “House on fire”, “Sweet design”.


Por Benjamín Carabajal

1 comentarios:

¡Me encantó tu apreciación! recién pueda escucharé el album completo, abrazos!

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