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Glass Animals - How To Be A Human Being

Dave Bayley, líder de este cuarteto oriundo de Oxford, solía ser neurocientífico. Este dato podría ser absurdo o completamente intrascendente al momento de hablar de su último álbum pero no lo es, ya que How to be a Human Being es la recopilación de historias de personas que coleccionó durante años. Así, como en Zaba (2014) nos invitaba a zambullirnos en la jungla africana mediante un delicioso pop psicodélico notablemente, aquí la propuesta es superadora; esos ritmos más pop y dance pero que conservan aún la psicodelia son el vehículo para mostrarlos la jungla mental de los personajes de estas canciones.

Con un exquisito uso de los synths, los temas versan sobre la salud mental, la nostalgia, las drogas... y aunque a veces estas historias son malas (“Mama´s Gun”), no importa, porque la música nos entretiene en extremo.

“Life Itself” abre el álbum con ritmos tribales, mientras Bayley narra una historia que se nos pierde entre los perfectos arreglos y que nos lleva y trae con un estribillo perfecto.

La mejor canción del disco llega quizá demasiado pronto: “Season 2 Episode 3”, con sus arreglos y su cadencia lenta, se nos graba y seguramente volveremos a ella una y otra vez.

“Cane Shuga” quizá nos recuerde al viejo tema de Justin Timberlak (si…Justin) “Cry me a river”, pero una vez pasado el susto inicial por este descubrimiento nos podemos entregar a disfrutar de excelentes arreglos y de un tema que le da paz y descanso a un álbum que aún tiene mucho por ofrecer, como en “The other side of  Paradise”.

Nos sorprende una guitarra en “Poplar St”, que cambia el ritmo pero mantiene ese clima de exploración pop. “Agnes” cierra el álbum con una historia que podría ser bastante triste pero la canción tiene luz en su totalidad y hace que terminemos felices al escuchar este álbum.

Quizá How to be a human being tenga momentos no tan álgidos, quizá por momentos nos distraigamos en su divague musical, pero justamente la vida del ser humano es eso: ir y venir por la vida atravesando muy buenos momentos y otros quizá no tanto, pero siempre poniendo el foco en los que nos hacen felices, como este álbum.

Por Mariana Kopp

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